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Los cuencos tibetanos. Un gran complemento para una clase de yoga.

Publicado por Sabio Martillero domingo, 19 de septiembre de 2010

Hace unos días tuvimos la oportunidad de usar, en nuestra relajación posterior a la clase de yoga, el cuenco tibetano de un compañero, y la experiencia fue fantástica, de hecho siempre que puede lo trae y se ha convertido en un complemento espiritual y sanador realmente gratificante.
Los cuencos tibetanos son unos cuencos metálicos que están realizados artesanalmente en una aleación de varios metales.Originalmente de siete metales sagrados; oro, plata, mercurio, cobre, hierro, estaño y plomo.y tienen una forma y un temple especiales que les permite sonar al ser frotados en su borde con una vaqueta de madera. Producen una gama de sonidos armónicos o sobretonos (un sonido fundamental del cual se desprenden otros más agudos que guardan una relación armónica entre sí) y tienen una sonoridad que perdura por largo tiempo expandiéndose por todo el ambiente, cambiando la vibración de su entorno.


La terapia del sonido se fundamente en este principio de “resonancia en simpatía o solidaria”. El término resonancia se refiere al índice vibratorio de un objeto, y la resonancia solidaria o en simpatía se refiere al hecho de que un objeto vibrante provoca una vibración acompasada en otro; dicho de otro modo, el índice de vibración de un objeto se iguala al índice de vibración de otro objeto. Así es como actúa la cimática, y a esto se debe también el hecho de que algunas cantantes de ópera sean capaces de romper objetos de cristal con sus voces, o de que el ruido de los vehículos en circulación provoque el traqueteo de sus muebles. Ya hemos demostrado que cada parte del cuerpo y sus campos están vibrando. Es, pues, lógico que cada parte del cuerpo, se trate de un órgano o de un chakra, tenga una frecuencia (índice de vibración) óptima, sana. Cuando estamos enfermos, se debe a que alguna parte de nosotros no está vibrando en armonía consigo misma, con las demás partes o con el entorno. Esta disonancia o enfermedad puede sanarse con sonido y voluntad (intención)‚ devolviendo a las partes enfermas su frecuencia sana.

Los cuencos tibetanos tienen un inconfundible efecto sobre las personas. Debido a esto, se utilizan cada vez más con fines terapéuticos ya que al dirigir el sonido correcto hacia nosotros mismos, o hacia la persona que desea ser curada, podremos regresar a una vibración óptima, sana.

Algunos de los modos en que el sonido puede ayudar en la sanación:

1) Alivio del estrés y la ansiedad
2) Mejora de la concentración
3) Mejora de la creatividad
4) Mejora de la visión (física, mental y espiritual)
5) Equilibrio de los hemisferios cerebrales
6) Restablecimiento del equilibrio del sistema endocrino mediante la vibración de la hipófisis o pituitaria.
7) Alivio de la sinusitis y los dolores de cabeza
8) Estímulo de la actividad de las ondas alfa o meditación profunda
9) Aumento de la energía por medio de la estimulación del líquido cefalorraquídeo (posiblemente la forma física de la energía kundalini)
10) Equilibrio y limpieza de los chakras y del aura (y los órganos y glándulas correspondientes)
11) Limpieza del entorno
12) Fácil acceso a la intuición y a la conciencia superiores