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El sonido. La vibración de nuestro origen.

Publicado por Sabio Martillero martes, 22 de junio de 2010

¿Nunca os habéis quedado hipnotizados por una melodía? ¿nunca habéis fantaseado al ritmo de una canción? ¿Nunca se os ha puesto la piel de gallina con una canción clásica o con una moderna en la que sentís que el conjunto es perfecto?
Está claro que la música tiene influencia en nosotros. Ya cuando somos bebés nos quedamos dormidos al arrullo de una nana y en cuanto tenemos la capacidad de movernos nos agitamos al oír música.
Una vez más nuestro instinto nos acerca a algo que hace miles de años se investigaba a fondo. El nada yoga es la rama del yoga que se dedica a los sonidos.Es una de las ramas más antiguas y además de proponer la escucha de nuestros sonidos interiores y la búsqueda de la nota fundamental que emite nuestro cuerpo, consigue desarrollar e investigar los sonidos y vibraciones que pueden ayudar a la iluminación, por ejemplo con los mantras.
Sabían los antiguos yoguis que los mantras estimulan los más de 80 puntos de energía etérea que hay en nuestro paladar y todo nuestro cuerpo tiene capacidad de sentir vibraciones, que al fin y al cabo, cuando se producen a unas frecuencias determinadas es cuando nuestro oído puede traducirlas y entonces es sonido.
Un conocimiento vago de la física actual nos lleva a una asociación demasiado rápida con la teoría de las cuerdas en la ya famosa frase de que el universo es vibración y todo en él vibra.
Sin embargo el común denominador de esas ideas es completamente cierto. Todo vibra y tiene una frecuencia vibración, y desde el principio de los tiempos hubo un átomo con una frecuencia asociada a su comportamiento y una vibración en su movimiento.
Cabe pensar entonces que si en el lenguaje de nuestra mente el sonido es bienvenido, no estemos más que resonando con nuestro origen, solo que la necesidad de participación que tiene nuestra mente esté obligada a valerse de los sentidos para encontrar vibraciones mientras despertamos o no a un estado en el que poder realmente participar del estado vibracional que nos rodea.
Todo esto nos lleva también a que nuestros sentimientos pueden ser también estados de vibración y, por tanto, asociables a sonidos y modificables por ellos.
Sin embargo lo que a mí me asombra es que tan solo la música pueda representar cualquier cosa solo con el sonido. ¿No sentís la primavera cuando suena en la obra de las 4 estaciones de Vivaldi?
Sin quitarle importancia al esfuerzo compositor que hay en la letra de una canción, tratad alguna vez de sentir, por la interpretación del cantante y la música el tema de la canción.
Probad a meditar buscando vuestra vibración y llevándola a la vibración original.

Que vibréis felices.

Namaste.