El sendero, el yoga y la naturalidad de las cosas

La canción que incluyo en este artículo es una que añadí hace poco en uno de los CD´s que uso para hacer yoga, en los que a veces incluyo canciones de artistas contemporáneos. En estos CD´s procuro incluir canciones  y melodías que me hagan sentir bien haciendo yoga, es decir, canciones con las que siento paz e incluso me inducen un poco a la concentración. De repente al oír una de esas canciones siento que serían ideales para la práctica del yoga y la incluyo en el repertorio, lo que ocurre muchas veces con la música clásica, grupos de música electrónica, etc... además de las canciones de mantras tipo Deva Premal o Snatam Kaur.
Ya expuse en otro artículo como la música transmite sensaciones sin dependencia de las letras y esta chica, Alanis Morissette me transmite siempre muchísimo. Su voz retumba dentro de mí y me transporta, me hace sentir que lo que oigo en ese momento es bello y real, me deja absolutamente absorto en la vibración de sus cuerdas vocales y también en la música, que siempre va acorde a lo que creo que ella quiere expresar en cada canción.
Al escuchar esta canción hubo un momento en el que sentí que era ideal para hacer yoga, no solo por ser una canción suave y sin una interpretación fuerte, sino por algo más a lo que me inducía el conjunto de la canción.
Cuando veáis la traducción lo comprenderéis, ya que, al margen de las interpretaciones que se le pueda asociar a la letra, leída tal cual ya dice mucho.



Espero que os guste.

Namaste