El sendero, el yoga y la naturalidad de las cosas

Y es que no se puede opinar otra cosa de Córdoba, o no al menos un amante de la historia como yo (aunque sea un amante en fase de aprendizaje), y mucho menos en la fiesta de los patios.

Es un verdadero placer para los sentidos entrar a esas humildes casas y ver como están sus patios inundados de colores y olores a flores, además es patente el trabajo que tiene una cosa así y eso se nota.

Y es que el entorno es inmejorable, con una ciudad monumental por sí sola y en una zona con la, posiblemente, mayor concentración de restos de culturas antiguas por metro cuadrado.











Caminando por esas pequeñas calles heredadas de nuestros milenarios ancestros, con casas blancas y suelos empedrados, con sabor a antigua y a bueno, encontramos esas casitas con sus exacerbadas dedicatorias a la botánica.




Una experiencia fantástica que podemos disfrutar, como otras muchas, a un par de horas en coche o moto en Andalucía


















Imágenes como estas dan evidencia de que hay mucho que ver antes de salir a otros países (aunque también creo que se puede ir alternando, que hay tiempo para todo)








Espero que os hayan gustado estas preciosas imágenes.